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Distintos por dentro pero iguales por fuera (Hideaki)
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Distintos por dentro pero iguales por fuera (Hideaki)
Otra ves sola y sin nada que hacer mas que vagar por las calles, mirando a las personas pasar lentamente, como si nada en este maldito mundo no les preocupara, se veian tan relajados y contentos que me daba asco por un lado, era como que vivian en el mundo de Bils y pap, sin ningun problema, como si en este mundo no hubieran problemas por lo que deberian preocuparse, aveces esto me daba rabia, el que la gente fuera tan ignorante y no se diera cuenta de las cosas, estupidos humanos.
Caminaba lentamente como si nada me apresurara, ms bien, nada me apresuraba, ya que no tenia nada que hacer ni a nadie que esperar ni nada, simplemente para ocupar mi tiempo podia caminar y ver donde llegaba, dios, que aburrido era esta vida de perros, realmente aveces deseaba que algo pasara y me llevara de aqui, que los extraterrestres existieran y me hicieran vivir con ellos, ¿a que cualquier cosa era mejor que esta?, para mi si.
Pase por fuera de un local, raramente un aroma me atrajo bastante, era humano de todas formas, era normal que su olor me atrajera, le vi tomando sus cosas y despedirse de los que trabajaban hay, deseguro era su hora de salida, interesante, pero la verdad no tenia intencioes de lastimarlo, simplemente su olor me atraia bastante, dios como odiaba cuando pasaba eso.
Apenas salio le segui tranquilamente, bastante normal y sin que nadie se diera cuenta nisiquiera el, parecia bastante tranquilo suspire, queria acercarme, queria saber de el, ¿como seria su sangre?, ¿que tipo de sangre seria?, ajaja eso era tonto, aunque no del todo.
-Ei... se te callo la chaqueta.- dije cuando justo su chaqueta se cayo al suelo y este siguio caminando como si nada, me apresure levemente y le alcanse, demaciado bien olia, dios, la fosas nasales me ardian y tube que desviar levemente mi rostro hacia el lado para luego vlver a mirarlo.- Se te.. callo.- dije estirandosela.
Caminaba lentamente como si nada me apresurara, ms bien, nada me apresuraba, ya que no tenia nada que hacer ni a nadie que esperar ni nada, simplemente para ocupar mi tiempo podia caminar y ver donde llegaba, dios, que aburrido era esta vida de perros, realmente aveces deseaba que algo pasara y me llevara de aqui, que los extraterrestres existieran y me hicieran vivir con ellos, ¿a que cualquier cosa era mejor que esta?, para mi si.
Pase por fuera de un local, raramente un aroma me atrajo bastante, era humano de todas formas, era normal que su olor me atrajera, le vi tomando sus cosas y despedirse de los que trabajaban hay, deseguro era su hora de salida, interesante, pero la verdad no tenia intencioes de lastimarlo, simplemente su olor me atraia bastante, dios como odiaba cuando pasaba eso.
Apenas salio le segui tranquilamente, bastante normal y sin que nadie se diera cuenta nisiquiera el, parecia bastante tranquilo suspire, queria acercarme, queria saber de el, ¿como seria su sangre?, ¿que tipo de sangre seria?, ajaja eso era tonto, aunque no del todo.
-Ei... se te callo la chaqueta.- dije cuando justo su chaqueta se cayo al suelo y este siguio caminando como si nada, me apresure levemente y le alcanse, demaciado bien olia, dios, la fosas nasales me ardian y tube que desviar levemente mi rostro hacia el lado para luego vlver a mirarlo.- Se te.. callo.- dije estirandosela.
Invitado- Invitado
Re: Distintos por dentro pero iguales por fuera (Hideaki)
Una oportunidad puede llegarte cuando menos lo esperes y mucho menos lo busques, por lo que siempre es recomendable aprovecharlo sin dudarlo ni siquiera por un instante. Así fue como me criaron y me enseñaron gracias a la educación que me inculcaron. Solo que todo se puede torcer en ultimo momento...
Cómo paso con los pensamientos de mis padres y los míos propios, que no tenían nada ver con lo que pensábamos cada uno. Por lo visto mis padres tenían un futuro planeado para mi, mientras que yo por mi parte quería formarme el mio propio.
La noche permanecía oscura y silenciosa como el resto de los días que salia a las 12 de la noche. Solamente los fines de semanas era cuando el ambiente se encontraba mucho más animado y lleno de gente paseando. Cogiendo mis cosas me despedí de mis compañeros del trabajo y salí por las puertas a toda prisa, ya que tenía exactamente unos vente minutos para llegar a la entrada más cercana de la boca del metro.
Cuando estaba dispuesto a aligerar el paso escuché una voz que hizo que me girara y me encontrara de lleno con una bella muchacha americana. Al percatarme a lo que se estaba refiriendo baje mi barbilla hasta chocarme con la maleta que tenía colgada en el hombro, y como en ella no tenía mi chaqueta roja de cuatros colocada. Si no me hubiese avisado aquella muchacha... ¡La hubiera perdido! Y lo peor de todo era que sin darme cuenta ni siquiera.
Alargando mi brazo la cogí y asentí agradecido por ese gesto.
-¡Ah! Gracias por avisarme, si no lo hubieras hecho seguramente ya estaría en el suelo y yo en el metro. ¡Muchas gracias!. Agradecí haciéndole una exagerada reverencia en aquel momento que bajaba mi ojos y miraba el suelo.-¿Acaso vives por aquí? Y por eso es que estas sola a estas horas... deberías volver a casa pronto, estos barrios no son seguros a estas ahoras. Dije aclarando aquella situación mientras levantaba mi barbilla y la miraba a los ojos.
Cómo paso con los pensamientos de mis padres y los míos propios, que no tenían nada ver con lo que pensábamos cada uno. Por lo visto mis padres tenían un futuro planeado para mi, mientras que yo por mi parte quería formarme el mio propio.
La noche permanecía oscura y silenciosa como el resto de los días que salia a las 12 de la noche. Solamente los fines de semanas era cuando el ambiente se encontraba mucho más animado y lleno de gente paseando. Cogiendo mis cosas me despedí de mis compañeros del trabajo y salí por las puertas a toda prisa, ya que tenía exactamente unos vente minutos para llegar a la entrada más cercana de la boca del metro.
Cuando estaba dispuesto a aligerar el paso escuché una voz que hizo que me girara y me encontrara de lleno con una bella muchacha americana. Al percatarme a lo que se estaba refiriendo baje mi barbilla hasta chocarme con la maleta que tenía colgada en el hombro, y como en ella no tenía mi chaqueta roja de cuatros colocada. Si no me hubiese avisado aquella muchacha... ¡La hubiera perdido! Y lo peor de todo era que sin darme cuenta ni siquiera.
Alargando mi brazo la cogí y asentí agradecido por ese gesto.
-¡Ah! Gracias por avisarme, si no lo hubieras hecho seguramente ya estaría en el suelo y yo en el metro. ¡Muchas gracias!. Agradecí haciéndole una exagerada reverencia en aquel momento que bajaba mi ojos y miraba el suelo.-¿Acaso vives por aquí? Y por eso es que estas sola a estas horas... deberías volver a casa pronto, estos barrios no son seguros a estas ahoras. Dije aclarando aquella situación mientras levantaba mi barbilla y la miraba a los ojos.
Invitado- Invitado
Re: Distintos por dentro pero iguales por fuera (Hideaki)
Al parecer tenia prisa, y no le culpaba si esque iba a el metro, siempre cerraban algo temprano, deberian ser mas considerados los gerentes del metro, pensar que hay gente qu sale realmente tarde de sus trabajos y que nisiquiera alcanzan a llegar, como por ejemplo este chico, que me hablaba mientras sus minutos y segundos pasaban volando, me quede oobservando sus ojos rasgados, me parecia mono, bastante, los japo siempre eran bastante guapos, unos mas que otros, este era uno de esos guapos que pensaba yo.
-jeje, no es nada, simplemente no la iba a dejar hay tirada viendo que se te caia.- dije encogiendome de hombros mirando un momento su rostro tratando de saber que era eso que tanto me atraia de aquel pobre e inofensivo chico, realmente llegaba a doler la cabeza al no saberlo, respire lentamente y casi no lo hice ya que lo sentia cerca y era algo aficciante, pero delicioso.
Rei suavemente al escuchar su consejo, peligroso, una palabra que para mi no me sonaba demaciado sorprendente, si tan solo supiera con quien estaba hablando..., la que deberia darle ese consejo debia de ser yo, mire un momento hacia arriba viendo las estrellas destellar levemente y luego baje la vista poniendola sobre la de el.
-a verdad, no vivo para nada cerca, pero.. tranquilo se cuidarme sola, demaciado bien diria yo.- dije encogiendome de hombros y sonriendole mientras estiraba mi mano.- Soy Amina.- dije sonriendole mientras le hacia un gesto para que caminaramos hacia el metro.- Te acompaño no tengo nada que hacer hoy... me gustaria dar un paseo ahora, espero que no te moleste mi compañia.- dije sonriendo amablemente y con algo de curiosidad, mientras pasaba mi mano por mi cabello y la dejaba caer a mis costados.
-jeje, no es nada, simplemente no la iba a dejar hay tirada viendo que se te caia.- dije encogiendome de hombros mirando un momento su rostro tratando de saber que era eso que tanto me atraia de aquel pobre e inofensivo chico, realmente llegaba a doler la cabeza al no saberlo, respire lentamente y casi no lo hice ya que lo sentia cerca y era algo aficciante, pero delicioso.
Rei suavemente al escuchar su consejo, peligroso, una palabra que para mi no me sonaba demaciado sorprendente, si tan solo supiera con quien estaba hablando..., la que deberia darle ese consejo debia de ser yo, mire un momento hacia arriba viendo las estrellas destellar levemente y luego baje la vista poniendola sobre la de el.
-a verdad, no vivo para nada cerca, pero.. tranquilo se cuidarme sola, demaciado bien diria yo.- dije encogiendome de hombros y sonriendole mientras estiraba mi mano.- Soy Amina.- dije sonriendole mientras le hacia un gesto para que caminaramos hacia el metro.- Te acompaño no tengo nada que hacer hoy... me gustaria dar un paseo ahora, espero que no te moleste mi compañia.- dije sonriendo amablemente y con algo de curiosidad, mientras pasaba mi mano por mi cabello y la dejaba caer a mis costados.
Invitado- Invitado
Re: Distintos por dentro pero iguales por fuera (Hideaki)
Que haya alguien que se preocupe por el bienestar de los demás no es muy común, mucho menos en un país extranjero donde a los japoneses lo miraban de una manera extraña. Como si fueran de otro planeta. Y realmente no lo entiendo, por que cada vez que venían a nuestra ciudad, a Tokyo, yo por lo menos no los contemplaba de esa manera.
Sin embargo, del mismo modo que existen personas con esa forma de pensar, también había personas como la que acaba de conocer. Gracias a ella no había perdido mi chaquetón favorito. Asintiendo nuevamente se lo agradecí varias veces, podría parecer pesado y molesto incluso, pero eso no me molestaba cuando se trataba de cosas como esas. Siempre había que ser educado.
-De todas formas gracias por cogerlo y devolvérmelo. Le aclaré mientras la observaba y veía en ella algo que no llegaba de entender, como hubiera algo en ese rostro que se me escapaba y no sabía con exactitud que era en realidad. Me hacia recordar a los dioses, a la misma diosa afrodita por su eterna bella. Pero claro, eso no podía ser posible por que los dioses no existían en este mundo. Así que me resigné a esa disparatada idea.
Escuchando su pequeña risa no entendí en un principio por que se tomaba a la ligera mi advertencia, como si no le importase ponerse en peligro. ¿Acaso creía que era inmortal? Si ella lo era, yo era Batman. -Aunque sepas cuidarte demasiado bien, como usted dices... de todas formas no debería tomárselo a la ligera. Este barrio es muy peligroso. Volví a repetirme cuando inesperadamente escuché como se presentaba. Su nombre era Amina. Acercando mi mano con la suya la estreche y sonreí levemente, mostrando una enorme sonrisa.-Yo soy Soma... Hideaki Soma.. Me presenté apretando su mano, sintiendo como de helada que la tenía.
-¡Estas helada!. Exclamé soltándole la mano y tendiéndole el chaquetón que era el mio. Por que estuviera un poco más sin el tampoco me iba a pasar nada malo.-Puedes usarlo hasta que lleguemos.
-Claro que no me molesta tu compañía en absoluto, más bien la mayoría de las veces tengo que volverme solo por que nadie de mi trabajo vive por los alrededores. Entonces... ¿Usted no es de aquí? ¿De donde viene exactamente? Quise saber e investigar sin parecer en ningún momento ningún maleducado, pero desde muy joven siempre me había intrigado la procedencia de donde venia cada extranjero.
Comenzando a andar después de entregarle el abrigo fui avanzando, hiendo a un paso lento para que pudiera seguirme aquella muchacha.
-¿También va a coger el mismo metro?.
Sin embargo, del mismo modo que existen personas con esa forma de pensar, también había personas como la que acaba de conocer. Gracias a ella no había perdido mi chaquetón favorito. Asintiendo nuevamente se lo agradecí varias veces, podría parecer pesado y molesto incluso, pero eso no me molestaba cuando se trataba de cosas como esas. Siempre había que ser educado.
-De todas formas gracias por cogerlo y devolvérmelo. Le aclaré mientras la observaba y veía en ella algo que no llegaba de entender, como hubiera algo en ese rostro que se me escapaba y no sabía con exactitud que era en realidad. Me hacia recordar a los dioses, a la misma diosa afrodita por su eterna bella. Pero claro, eso no podía ser posible por que los dioses no existían en este mundo. Así que me resigné a esa disparatada idea.
Escuchando su pequeña risa no entendí en un principio por que se tomaba a la ligera mi advertencia, como si no le importase ponerse en peligro. ¿Acaso creía que era inmortal? Si ella lo era, yo era Batman. -Aunque sepas cuidarte demasiado bien, como usted dices... de todas formas no debería tomárselo a la ligera. Este barrio es muy peligroso. Volví a repetirme cuando inesperadamente escuché como se presentaba. Su nombre era Amina. Acercando mi mano con la suya la estreche y sonreí levemente, mostrando una enorme sonrisa.-Yo soy Soma... Hideaki Soma.. Me presenté apretando su mano, sintiendo como de helada que la tenía.
-¡Estas helada!. Exclamé soltándole la mano y tendiéndole el chaquetón que era el mio. Por que estuviera un poco más sin el tampoco me iba a pasar nada malo.-Puedes usarlo hasta que lleguemos.
-Claro que no me molesta tu compañía en absoluto, más bien la mayoría de las veces tengo que volverme solo por que nadie de mi trabajo vive por los alrededores. Entonces... ¿Usted no es de aquí? ¿De donde viene exactamente? Quise saber e investigar sin parecer en ningún momento ningún maleducado, pero desde muy joven siempre me había intrigado la procedencia de donde venia cada extranjero.
Comenzando a andar después de entregarle el abrigo fui avanzando, hiendo a un paso lento para que pudiera seguirme aquella muchacha.
-¿También va a coger el mismo metro?.
Invitado- Invitado
Re: Distintos por dentro pero iguales por fuera (Hideaki)
Hideaki era un chico bastante amable y de muchos buenos modales, para mi los japos se caracterisaban asi, amables y de buenos modales, siempre daban las gracias por todo y te hacian una pequeña reverencia ante aquello, eran muy dulces y simpaticos, quizas era por aquello que el me atrajo de esa forma, quizas la curiosidad por querer saber mas de el y de ellos me atria a el, me agradaba la idea de conocerle mejor, seria genial poder saber mucho mas de el, y mas bien, por ese camino iba.
Otra ves me agradecia por lo de la chaqueta y negue sonriendo levemente sonriendole, ya daba igual, y aunque sabia que lo hacia por costumbre le dejaba, despues de todo no estaba de mas las gracias en este mundo.
Sobre lo de que era peligroso, al parecer el chico no se cansaria de decirmelo, y me agradaba aquello, que se preocuparan por mi, muy pocas veces pasaban, pero aun asi, ahora el que era cuidado era el, por el hecho de que estaba conmigo, si trataban de hacerle algo yo le defenderia, digamos que me habia convertido en su angel guardian por esta noche.- Bueno, tomare en cuenta tu consejo, gracias por preocuparte, de verdad.-dije guiñandole un ojo tomando su mano cuando me presente para ver su rostro de sorpresa ante mi helades y viendo como estiraba su chaqueta para ofrecermela, deseguro epnsaba que me moria de frio, cosa que no era verdad, me daba algo dejarle sin su chaqueta ya que si hacia frio y que digamos no andaba del todo abrigado.
-No tranquilo, no tengo frio, deben ser las manos solamente.- dije para que no se preocupara pero la tome de todas formas para dejarle tranquilo, deseguro no me aceptaria que se la devolviera, asique me aguantaria esas ganas de abrigarle y seguiria el camino sin decir nada mas del asunto.
-No, no soy de aqui.- dije mirandole de lado mientras con mi mano derecha me sacaba un pequeño mechon que me estorbaba en el ojo y no me dejaba ver bien, sonrei mostrando mis blancos dientes y luego relami mis labios.- Soy de Forks, vine aqui a pasear pero se me hizo bastante tarde.- dije suspirando y encongiendome de hombros dandole menos importancia, deseguro aquello le sorprenderia, digamos que no es muy cerca el recorrido de aqui a forks.- Y sip, tomare el mismo metro, me pasare a donde una amiga, haber si me quedo hay.- menti ni que amiga ni nada, ¿desde cuando yo tenia amigas aqui en Manhattan, una mierda. Simplemetne lo haria para pasar mas tiempo con el y conocerle mejor, me intrigaba.
-¿y cuantos años tienes?.- pregunte ahora yo, era mi turno de las preguntas.- Ah que los adivino.- dije sonriendole divertida poniendo cara de pensativa mientras caminaba y levante un dedo dando la señal que lo tenia.- 19.- dije mirando sus ojos con curiosidad, tenia cara de 19 o unos 20.. o 18.. ya me confundi.
Otra ves me agradecia por lo de la chaqueta y negue sonriendo levemente sonriendole, ya daba igual, y aunque sabia que lo hacia por costumbre le dejaba, despues de todo no estaba de mas las gracias en este mundo.
Sobre lo de que era peligroso, al parecer el chico no se cansaria de decirmelo, y me agradaba aquello, que se preocuparan por mi, muy pocas veces pasaban, pero aun asi, ahora el que era cuidado era el, por el hecho de que estaba conmigo, si trataban de hacerle algo yo le defenderia, digamos que me habia convertido en su angel guardian por esta noche.- Bueno, tomare en cuenta tu consejo, gracias por preocuparte, de verdad.-dije guiñandole un ojo tomando su mano cuando me presente para ver su rostro de sorpresa ante mi helades y viendo como estiraba su chaqueta para ofrecermela, deseguro epnsaba que me moria de frio, cosa que no era verdad, me daba algo dejarle sin su chaqueta ya que si hacia frio y que digamos no andaba del todo abrigado.
-No tranquilo, no tengo frio, deben ser las manos solamente.- dije para que no se preocupara pero la tome de todas formas para dejarle tranquilo, deseguro no me aceptaria que se la devolviera, asique me aguantaria esas ganas de abrigarle y seguiria el camino sin decir nada mas del asunto.
-No, no soy de aqui.- dije mirandole de lado mientras con mi mano derecha me sacaba un pequeño mechon que me estorbaba en el ojo y no me dejaba ver bien, sonrei mostrando mis blancos dientes y luego relami mis labios.- Soy de Forks, vine aqui a pasear pero se me hizo bastante tarde.- dije suspirando y encongiendome de hombros dandole menos importancia, deseguro aquello le sorprenderia, digamos que no es muy cerca el recorrido de aqui a forks.- Y sip, tomare el mismo metro, me pasare a donde una amiga, haber si me quedo hay.- menti ni que amiga ni nada, ¿desde cuando yo tenia amigas aqui en Manhattan, una mierda. Simplemetne lo haria para pasar mas tiempo con el y conocerle mejor, me intrigaba.
-¿y cuantos años tienes?.- pregunte ahora yo, era mi turno de las preguntas.- Ah que los adivino.- dije sonriendole divertida poniendo cara de pensativa mientras caminaba y levante un dedo dando la señal que lo tenia.- 19.- dije mirando sus ojos con curiosidad, tenia cara de 19 o unos 20.. o 18.. ya me confundi.
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Re: Distintos por dentro pero iguales por fuera (Hideaki)
El preocuparse o no por alguien es algo muy normal, algo tan natural cuando se trata de alguien cercano a ti. ¿Pero que ocurre cuando eso pasa con un completo desconocido? Pueden verse en dos alternativas, la primera de ellas que me considerase un completo loco y psicópata -algo que veía realmente normal- Lo segundo, que crea que existen buenas personas en este mundo, algo que no estoy del todo seguro.
¿Por que pienso eso? La vida me a hecho pensar así, me a hecho ver que se tiene que luchar con todas tus fuerzas a costa de que los demás se opongan.
Viendo aquel guiño sonreí levemente al mismo tiempo que seguía mis pasos hacia el metro, el mismo que al parecer que iba a coger aquella chica. ¿Era casualidad? Tal vez, pero en el fondo lo dudaba al igual que dudaba de aquella frase que me indicaba que planeaba quedarse en casa de una amiga. ¿La hora que era y iba a molestar a esas altas horas de la mañana? Era completamente cierto que en Japón todo hubiese sido diferente y a nadie en su sano juicio acabaría llamando a unas como estas. Pero claro, también tenía que contar que no vivíamos en Japón y que aquí, en Nueva York todo era locura y desenfreno.
Asintiendo levemente con mi barbilla fue escuchando de donde venía, por lo visto de un sitio que se llamaba Forks... ¿Pero donde se encontraba exactamente ese lugar? No tenía la más remota idea, no obstante había oído de el en más de una ocasión.-¿Pasear? ¿No crees que es un poco tarde para pasear? Lo más normal es hacerlo a media tarde o de noche, sobre las 8 o las nuevas, pero no a las 12 y media de la media noche.
-¿Y si no esta en casa que harás?. Pregunté poniéndole aquella posibilidad delante de sus ojos. Era una posibilidad muy alta el que no se encontrara ahí, como también que estuviera y que la dejase pasar la noche allí.
En cuanto me pregunto que edad tenía y de pronto se puso adivinarlo, empecé a poner cara de poker; con mi mano debajo de mi barbilla y entrecerrando mis ojos levemente para poner ambiente a la situación:-¿Qué edad me hechas? Mmm... ¿19? Vaya, por lo visto no doy el pego para tener mas edad... Poniendo mi mano delante de nuestras caras comencé a moverla de derecha a izquierda haciéndole entender que se había equivocado, aunque por bien poco.- Casi, casi... pero esa no es mi edad. En realidad tengo 20 para 21 que cumpliré el mes que viene.
-¿Tu debes tener unos... 21 o 22?
¿Por que pienso eso? La vida me a hecho pensar así, me a hecho ver que se tiene que luchar con todas tus fuerzas a costa de que los demás se opongan.
Viendo aquel guiño sonreí levemente al mismo tiempo que seguía mis pasos hacia el metro, el mismo que al parecer que iba a coger aquella chica. ¿Era casualidad? Tal vez, pero en el fondo lo dudaba al igual que dudaba de aquella frase que me indicaba que planeaba quedarse en casa de una amiga. ¿La hora que era y iba a molestar a esas altas horas de la mañana? Era completamente cierto que en Japón todo hubiese sido diferente y a nadie en su sano juicio acabaría llamando a unas como estas. Pero claro, también tenía que contar que no vivíamos en Japón y que aquí, en Nueva York todo era locura y desenfreno.
Asintiendo levemente con mi barbilla fue escuchando de donde venía, por lo visto de un sitio que se llamaba Forks... ¿Pero donde se encontraba exactamente ese lugar? No tenía la más remota idea, no obstante había oído de el en más de una ocasión.-¿Pasear? ¿No crees que es un poco tarde para pasear? Lo más normal es hacerlo a media tarde o de noche, sobre las 8 o las nuevas, pero no a las 12 y media de la media noche.
-¿Y si no esta en casa que harás?. Pregunté poniéndole aquella posibilidad delante de sus ojos. Era una posibilidad muy alta el que no se encontrara ahí, como también que estuviera y que la dejase pasar la noche allí.
En cuanto me pregunto que edad tenía y de pronto se puso adivinarlo, empecé a poner cara de poker; con mi mano debajo de mi barbilla y entrecerrando mis ojos levemente para poner ambiente a la situación:-¿Qué edad me hechas? Mmm... ¿19? Vaya, por lo visto no doy el pego para tener mas edad... Poniendo mi mano delante de nuestras caras comencé a moverla de derecha a izquierda haciéndole entender que se había equivocado, aunque por bien poco.- Casi, casi... pero esa no es mi edad. En realidad tengo 20 para 21 que cumpliré el mes que viene.
-¿Tu debes tener unos... 21 o 22?
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Re: Distintos por dentro pero iguales por fuera (Hideaki)
Pues aunque el no lo supiera, pues yo paseaba todas las noches lo ma tarde posible para ocupar mi tiempo en algo, si supiera que yo ya me conocia todo el mundo al derecho y al reves, bueno, exeptuando siertas partes, nah la verdad que me faltaban mucha prtes por visitar aun, daba igual, volviendo al tema, sonrei un poco ante su comentario.
-Lose, pero creo que se me hizo muy tarde, pero tranquilo estare bien, simplemente tenia que despejar mi mente eso es todo.- dije encogiendome de hombros mientras miraba enfrente viendo el metro cerca, no creia que se le pasara, lo dudaba, aun habia tiempo y aunque habiamos conversado aun asi avansabamos rapido, aunque el al parecer no se daba cuenta de eso.
Sonrei ante lo que dijo de mi "amiga", sonrei ahora tenia que ponerme en el lugar de que la tubiera de verdad, odiaba mentir la verdad, no me gustaba mentir, pero tampcoo podia decirle la verdad, no estaria bien y menos si aquello le asustaria, neh neh, ahora que le estaba conociendo no pretendia perder la conversacion ni tampoco a el y se habia dicho y punto.- ah pues, mmm.. supongo que pasare la noche fuera no?.- dije sonrendole para no preocuparle, tampoco era la idea, no me gustab preocupar a nadie y menos a un chico humano inosente como el.
-De verdad!.- dije sorprendida, no le habia achuntado?, yo la que siempre sabia que edad tenia la gente, bueno esque a simple vista se nota, pero este chico me hizo equivocar, rei divertida, habia estado cerca.- ah pues estube cerca, adema si supuse que debias de tener unos 19 o 20...- dije para sacarme los pillos y rei divertida, ¿20 -21?, ejeje pues si estaba cerca creia, la verdad ya nisiquiera me acordaba de mi edad verdadera, le mire con suspenso y acenti sonriendo.
-Ps si, le diste al blanco, eres bueno eh, no como yo.. que soy pesima.- dije sacandole la lengua burlona y mire el metro que estaba ahora si cerca
-¿donde vives?, me refiero, aqui, ¿cerca?, oh... lejos.- pregunte curiosa, yo llegaria donde el llegaria, la idea era estar con el, el mayor tiempo posible es mas, me gustaria verle en la noche e investigarle un poquitin, ajaja ahora me las daria como detective.
-Lose, pero creo que se me hizo muy tarde, pero tranquilo estare bien, simplemente tenia que despejar mi mente eso es todo.- dije encogiendome de hombros mientras miraba enfrente viendo el metro cerca, no creia que se le pasara, lo dudaba, aun habia tiempo y aunque habiamos conversado aun asi avansabamos rapido, aunque el al parecer no se daba cuenta de eso.
Sonrei ante lo que dijo de mi "amiga", sonrei ahora tenia que ponerme en el lugar de que la tubiera de verdad, odiaba mentir la verdad, no me gustaba mentir, pero tampcoo podia decirle la verdad, no estaria bien y menos si aquello le asustaria, neh neh, ahora que le estaba conociendo no pretendia perder la conversacion ni tampoco a el y se habia dicho y punto.- ah pues, mmm.. supongo que pasare la noche fuera no?.- dije sonrendole para no preocuparle, tampoco era la idea, no me gustab preocupar a nadie y menos a un chico humano inosente como el.
-De verdad!.- dije sorprendida, no le habia achuntado?, yo la que siempre sabia que edad tenia la gente, bueno esque a simple vista se nota, pero este chico me hizo equivocar, rei divertida, habia estado cerca.- ah pues estube cerca, adema si supuse que debias de tener unos 19 o 20...- dije para sacarme los pillos y rei divertida, ¿20 -21?, ejeje pues si estaba cerca creia, la verdad ya nisiquiera me acordaba de mi edad verdadera, le mire con suspenso y acenti sonriendo.
-Ps si, le diste al blanco, eres bueno eh, no como yo.. que soy pesima.- dije sacandole la lengua burlona y mire el metro que estaba ahora si cerca
-¿donde vives?, me refiero, aqui, ¿cerca?, oh... lejos.- pregunte curiosa, yo llegaria donde el llegaria, la idea era estar con el, el mayor tiempo posible es mas, me gustaria verle en la noche e investigarle un poquitin, ajaja ahora me las daria como detective.
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Re: Distintos por dentro pero iguales por fuera (Hideaki)
Normalmente acabaríamos pasando del tema, o eso llegaría a hacer cualquier persona normal. Pero claro, en este caso no era muy natural encontrarte a una chica dando vueltas por las calles, cuando en ese caso debería estar en casa o acostada.
Escuchándole decir como y por qué se encontraba allí, me limite a observarla en silencio mientras movía mi rostro de arriba a abajo. El siguiente comentario que soltó no me gusta absolutamente nada y no por qué fuera un machista ni nada por el estilo. Pero el imaginarme verla paseando por las calles de Mahattan sola me ponía enfermo, era como si todos mis sentidos se despertasen y hiciera que pensase solo en cosas malas. ¿Pero por qué tenía tales pensamientos? Por mi propia experiencia no debía preocuparme por ello, desde que me había venido a vivir a Nueva York jamas había tenido ninguna clase de percance que me hiciera pensar de ese modo. Sin embargo, el ver a aquella muchacha de ojos claros y mediaba estatura logró que me preocupara.
¿Acaso podía solucionar este problema?
Adelantándome varios pasos la detuve y me quedé mirándola fijamente, mientras mis cejas se fruncían debido a ese descubrimiento.
-¡¿Cómo que planeas pasar la noche sola y por las calles?! ¿Te volviste loca o qué?. En un principio mi voz se elevo sin querer, sin embargo cambie el tono rápidamente a otro mucho más suave en cuanto me percaté de ese hecho. Moviendo mis manos le hice una señal de que se detuviera, al menos hasta que se me ocurriera algo y que fuera pronto por favor. Mi propio cansancio se estaba apoderando de mi cuerpo y mente, por lo que las ideas que iba desarrollado no eran precisamente buenas. El ir a un hotel con ella no podía permitírmelo por que no tenia dinero encima, el andar por las calles por las madrugas no era una de las mejores opciones y el llevarla a su casa, no podía hacerlo por que no tenia ni la más remota idea de donde vivía.-¡Mi casa!
¡Espera! ¿Por qué no le ofrecía venir a casa al menos? Podría quedarme en el sofá durmiendo mientras que ella lo hacia en mi cama. El único problema que veía a esa idea era que opinaría Rui y si se molestaría por ese ofrecimiento tan espontaneo.-Bueno, se que no me conoces y eso, pero no querría que te quedase sola por las calles. Tampoco puedo acompañarte por que estoy reventado y estoy apunto de dormirme de pie. Te lo aseguro.
Haciendo un calculo aproximado a su ultima pregunta le respondí:-Lo cierto es que cojo la linea dos y me paro en la séptima parada, luego ando aproximadamente unos diez minutos hasta que llego a casa.
A los pocos segundos de haberle respondido aquella pregunta me vi en frente de la entrada que daba a las escaleras para bajar al subterráneo. Con un simple movimiento de mi mano izquierda la dejé pasar y la seguí a continuación, bajando por las mismas escaleras que estaba haciendo Amina.
-Pero te acercaste considerablemente, casi aciertas a la primera. Eso es un logro. Le animé alegremente mientras sacaba de mi cartera la tarjeta de bonus y picaba una vez.
-¿Te quedan piques para montar?. Pregunté oliéndome que seguramente no tendría, no se con exactitud por que lo intuí pero me imaginaba algo así.
Escuchándole decir como y por qué se encontraba allí, me limite a observarla en silencio mientras movía mi rostro de arriba a abajo. El siguiente comentario que soltó no me gusta absolutamente nada y no por qué fuera un machista ni nada por el estilo. Pero el imaginarme verla paseando por las calles de Mahattan sola me ponía enfermo, era como si todos mis sentidos se despertasen y hiciera que pensase solo en cosas malas. ¿Pero por qué tenía tales pensamientos? Por mi propia experiencia no debía preocuparme por ello, desde que me había venido a vivir a Nueva York jamas había tenido ninguna clase de percance que me hiciera pensar de ese modo. Sin embargo, el ver a aquella muchacha de ojos claros y mediaba estatura logró que me preocupara.
¿Acaso podía solucionar este problema?
Adelantándome varios pasos la detuve y me quedé mirándola fijamente, mientras mis cejas se fruncían debido a ese descubrimiento.
-¡¿Cómo que planeas pasar la noche sola y por las calles?! ¿Te volviste loca o qué?. En un principio mi voz se elevo sin querer, sin embargo cambie el tono rápidamente a otro mucho más suave en cuanto me percaté de ese hecho. Moviendo mis manos le hice una señal de que se detuviera, al menos hasta que se me ocurriera algo y que fuera pronto por favor. Mi propio cansancio se estaba apoderando de mi cuerpo y mente, por lo que las ideas que iba desarrollado no eran precisamente buenas. El ir a un hotel con ella no podía permitírmelo por que no tenia dinero encima, el andar por las calles por las madrugas no era una de las mejores opciones y el llevarla a su casa, no podía hacerlo por que no tenia ni la más remota idea de donde vivía.-¡Mi casa!
¡Espera! ¿Por qué no le ofrecía venir a casa al menos? Podría quedarme en el sofá durmiendo mientras que ella lo hacia en mi cama. El único problema que veía a esa idea era que opinaría Rui y si se molestaría por ese ofrecimiento tan espontaneo.-Bueno, se que no me conoces y eso, pero no querría que te quedase sola por las calles. Tampoco puedo acompañarte por que estoy reventado y estoy apunto de dormirme de pie. Te lo aseguro.
Haciendo un calculo aproximado a su ultima pregunta le respondí:-Lo cierto es que cojo la linea dos y me paro en la séptima parada, luego ando aproximadamente unos diez minutos hasta que llego a casa.
A los pocos segundos de haberle respondido aquella pregunta me vi en frente de la entrada que daba a las escaleras para bajar al subterráneo. Con un simple movimiento de mi mano izquierda la dejé pasar y la seguí a continuación, bajando por las mismas escaleras que estaba haciendo Amina.
-Pero te acercaste considerablemente, casi aciertas a la primera. Eso es un logro. Le animé alegremente mientras sacaba de mi cartera la tarjeta de bonus y picaba una vez.
-¿Te quedan piques para montar?. Pregunté oliéndome que seguramente no tendría, no se con exactitud por que lo intuí pero me imaginaba algo así.
Invitado- Invitado
Re: Distintos por dentro pero iguales por fuera (Hideaki)
Le habia sentido por un momento nada de acuerdo con mi respuesta de "que haria si mi "amiga" no se encontrara en casa y no tubiera donde quedarme", la sensacion que me dio y el rostro de desacuerdo que pude ver al verle de reojo con sumo cuidado me dijieron que estaba totalmente en lo acierto, supongo que el chico se preocupaba un poco, ver a una chica sola casi a media noche, y pensar que se quedaria toda la noche vagando con miles de peligros al alrrededor,supongo que no era nada de placentero aquel pensamiento de peligro que podia sentir el quizas en esos momentos. Aun asi por el momento lo ignore, no pretendia molestarle con mis mentiras, simplemente no podia tampoco decirle la verdad aunque quisiera.
Despues de un minuto en absoluto silencio y dejandle en paz con mi vista, senti como dio pasos rapido para ponerce enfrente de mi, haciendome parar mi caminata inmediatamente, obviamente, sino chocaria y lo mas provable es que le botaria al suelo con fuerza, cosa que no pretendia hacer para asustarle.- ¿que pa....- iba a preguntar el por que me detenia y me miraba de esa forma, pero no izo falta, ya que por su pregunta y su tono de voz alterado supuse que se habia sorprendido por mi respuesta y se estaba preocupando mucho, alce las cejas sorprendida y las relaje cuando no supo que decir, el suave biento pero helado a la ves roso mi rostro lentamente dejando unos mechones en mi rostro estobandome la vista aunque daba igual del todo, aun asi me los saque lentamente respirando profundo y relajando mi rostro sonriendole levemente cuando dijo "mi casa!"
-Yo...- dije sin saber que decir, no podia ir asi como asi molestando a cualquiera, y menos a el aquien recien venia conociendo, aunque sabia que sus intenciones eran buenas y no perversas como lo haria cualquier otro, baje levemente mi rostro para subirlo nuevamente, empezando a caminar lentamente cuando este me dejo, sonriendole timidamente viendo que sacaba la tarjeta de bonus, al principio no entendi pero despues recorde que tenia que pasarla para poder unirme a su caminata y seguir, le vi y sorei ante su pregunta.- Oh si la tengo, lo siento, ando algo.. lenta.- dije riendo suave y sacandola de mi bolsillo, la verdad si la tenia, algunas veces, me gustaba dar vueltas por los submediterraneos en los trenes, era algo raro pero bueno, ¿quien se fijaba en eso?, la pase una ves y mire al chico que acompañaba para sacarle la lengua burlona y algo aniñada para luego guardar la tarjeta y seguir mi camino junto a el..
-Sobre tu ofrecimiento.- dije haciendo una pausa siguiendole ya que no tenia idea por donde ir.- No quiero molestar la verdad.- dije bajando la vista algo apenada por aquello, la verdad, me sentia algo mal por tener que mentir a tan buen persona como el, pero me daba miedo que si le decia la verdad, saliera corriendo de mi lado y me djara sola, por ahora, me sentia bastante bien con su compañia, era por eso que no queia aceptar el ofrecimiento, por que no me sentia con derecho a aceptarlo, pero al recordar su cxara de preocupacion me hizo meditarlo y terminar por aceptar.- Pero... si asi puedes dormir sin remordimientos en la mente y te dejo tranquilo, entonces acepto la invitacion, solo espero.. no molestar.- dije mirandole de lado algo avergonzada y sonrei levemente.
Despues de un minuto en absoluto silencio y dejandle en paz con mi vista, senti como dio pasos rapido para ponerce enfrente de mi, haciendome parar mi caminata inmediatamente, obviamente, sino chocaria y lo mas provable es que le botaria al suelo con fuerza, cosa que no pretendia hacer para asustarle.- ¿que pa....- iba a preguntar el por que me detenia y me miraba de esa forma, pero no izo falta, ya que por su pregunta y su tono de voz alterado supuse que se habia sorprendido por mi respuesta y se estaba preocupando mucho, alce las cejas sorprendida y las relaje cuando no supo que decir, el suave biento pero helado a la ves roso mi rostro lentamente dejando unos mechones en mi rostro estobandome la vista aunque daba igual del todo, aun asi me los saque lentamente respirando profundo y relajando mi rostro sonriendole levemente cuando dijo "mi casa!"
-Yo...- dije sin saber que decir, no podia ir asi como asi molestando a cualquiera, y menos a el aquien recien venia conociendo, aunque sabia que sus intenciones eran buenas y no perversas como lo haria cualquier otro, baje levemente mi rostro para subirlo nuevamente, empezando a caminar lentamente cuando este me dejo, sonriendole timidamente viendo que sacaba la tarjeta de bonus, al principio no entendi pero despues recorde que tenia que pasarla para poder unirme a su caminata y seguir, le vi y sorei ante su pregunta.- Oh si la tengo, lo siento, ando algo.. lenta.- dije riendo suave y sacandola de mi bolsillo, la verdad si la tenia, algunas veces, me gustaba dar vueltas por los submediterraneos en los trenes, era algo raro pero bueno, ¿quien se fijaba en eso?, la pase una ves y mire al chico que acompañaba para sacarle la lengua burlona y algo aniñada para luego guardar la tarjeta y seguir mi camino junto a el..
-Sobre tu ofrecimiento.- dije haciendo una pausa siguiendole ya que no tenia idea por donde ir.- No quiero molestar la verdad.- dije bajando la vista algo apenada por aquello, la verdad, me sentia algo mal por tener que mentir a tan buen persona como el, pero me daba miedo que si le decia la verdad, saliera corriendo de mi lado y me djara sola, por ahora, me sentia bastante bien con su compañia, era por eso que no queia aceptar el ofrecimiento, por que no me sentia con derecho a aceptarlo, pero al recordar su cxara de preocupacion me hizo meditarlo y terminar por aceptar.- Pero... si asi puedes dormir sin remordimientos en la mente y te dejo tranquilo, entonces acepto la invitacion, solo espero.. no molestar.- dije mirandole de lado algo avergonzada y sonrei levemente.
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